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En la provincia de Málaga, los municipios del interior cuentan con un gran encanto. Rodeados de paisajes muy variados, un gran colorido y belleza inigualable, se trata de una de las zonas más atractivas para poder realizar actividades de turismo de interior en los meses de invierno.
Málaga es mundialmente conocida por ser la capital de la Costa del Sol y precisamente por ello, lo habitual es que sea uno de los grandes destinos para el turismo estival, ya que cuenta con numerosos rincones de playa realmente únicos. Sin embargo, la provincia también cuenta con localidades de interior dignas de conocer. Un turismo alternativo que ofrece grandes rutas dentro de parajes naturales sorprendentes. Estupendos enclaves donde poder disfrutar de la más pura naturaleza y de hitos históricos que sucedieron en ella.
Son muchas las zonas que se pueden destacar del interior de la provincia malacitana. Sin ir más lejos, el desfiladero de los Gaitanes es uno de los parajes más impresionantes de la comarca, con un paisaje lleno de colorido, y una flora y fauna sorprendentes. Precisamente junto a este conocido entorno, se encuentra el Hotel Caminito del Rey. Un establecimiento para poder descansar tras vivir una de las experiencias más impactantes del mundo. El Caminito del Rey es una gran pasarela que se sitúa en plena naturaleza, sobre montañas rocosas y a gran altura, sin duda una actividad llena de belleza y aventura, que permite pasear por sus múltiples caminos a los viajeros más privilegiados.
Aunque su nombre sea un diminutivo, lo cierto es que el Caminito del Rey es un entorno majestuoso. Se trata de un recorrido de unos 100 metros de altura, por el que se puede pasear y conocer la belleza natural de la zona. Su gran atractivo radica en que cruza uno de los cañones más llamativos de la comarca, convirtiéndose en una actividad única, donde se puede combinar la diversión con la aventura.
Además del mencionado desfiladero o del conocido Caminito del Rey, en las localidades del interior de Málaga se pueden llevar a cabo múltiples actividades turísticas que son realmente sorprendentes. La belleza y el atractivo de esta zona radica en la naturaleza que rodea a todos estos municipios, una comarca eminentemente rural donde la fauna, la flora y el aire puro son los principales protagonistas.
Echando un ojo a todos los itinerarios rurales y naturales que ofrece la provincia malagueña, no hay que olvidar mencionar la vía ferrata de El Chorro. Sin duda alguna es una de las zonas con mayor valor natural de la comarca, destacando su amplia variedad de elementos estructurales, con hitos paisajísticos que hacen de este lugar su seña de identidad. Hay que decir que El Chorro no es solo un destino para realizar actividades deportivas relacionadas con la naturaleza o para profundizar en un entorno lleno de colorido, también se trata de una de las zonas de mayor riqueza cultural de la comarca, con una gran historia detrás, que lo hacen un lugar privilegiado y con una excelente panorámica, en todos los sentidos.
Esta vía ferrata cuenta con un amplio sendero que colinda con el propio Chorro y el municipio de Álora. Se trata de un recorrido de más de 600 metros, que presenta parte de dificultad, ya que cuenta con un desnivel importante, de unos 250 metros. Precisamente por ello es uno de los mejores lugares para los amantes del deporte.
Aparte de los mencionados, cerca de ambos enclaves se encuentran otros municipios de interior que son muy interesantes de conocer. De esta manera, si se elige pasar un día en el corazón de la provincia malacitana, no hay que olvidar hacer una visita a localidades como Antequera, Teba y Campillos. Asimismo, hay que conocer el valle del Guadalhorce con sus innumerables ríos que lo cruzan y en donde se puede disfrutar de un paisaje muy original, donde predominan las piedras de cantos, zonas de pizarras y areniscas con un calor amarillo muy llamativo.