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El exvicepresidente de Estados Unidos y activista climático, Al Gore, ha puesto de manifiesto el papel que desempeñan las grandes petroleras y los bancos que las respaldan en la crisis climática. Gore argumenta que estas industrias continúan teniendo incentivos financieros significativos para seguir dependiendo de los combustibles fósiles, a pesar del daño que causan al medio ambiente.
Gore destaca que los banqueros obtienen grandes ganancias en sus roles como prestamistas y asesores de empresas de combustibles fósiles. Estas ganancias financieras son un fuerte incentivo para que los bancos sigan apoyando a la industria petrolera, a pesar de las consecuencias negativas para el clima.
Además, las grandes petroleras priorizan los negocios de combustibles fósiles frente a las energías renovables. Empresas como Shell continúan invirtiendo en combustibles fósiles en lugar de hacer la transición hacia fuentes de energía más limpias. Incluso la partida del CEO de BP, Bernard Looney, conocido por abogar por una estrategia más verde, sugiere que las grandes petroleras no están realmente interesadas en abandonar los combustibles fósiles.
Al igual que las petroleras, los bancos también tienen un argumento empresarial para apoyar los combustibles fósiles. Según BloombergNEF, para lograr emisiones netas cero para mediados de siglo, los bancos deben invertir cuatro veces más en energías renovables que en combustibles fósiles para fines de la década. Sin embargo, las estimaciones actuales indican que la cifra se acerca más a 0.8 a 1.
Esto demuestra que los bancos no están proporcionando suficiente apoyo financiero a las energías renovables y continúan obteniendo ganancias significativas al financiar la industria petrolera. A pesar de la necesidad de cambio, los bancos siguen priorizando sus intereses económicos sobre la salud del planeta.
La falta de transparencia por parte de los bancos también es preocupante. No están proporcionando a los interesados información suficiente para evaluar sus huellas de carbono. Esto dificulta que los consumidores y los inversores tomen decisiones informadas sobre dónde poner su dinero.
La cumbre climática COP28, organizada por los Emiratos Árabes Unidos, contará con la presencia de ejecutivos de importantes bancos y productores de petróleo. Sin embargo, esta presencia ha sido criticada por activistas climáticos, ya que consideran contradictorio que un ejecutivo petrolero de un petroestado sea el anfitrión de una cumbre sobre cambio climático.
Esta crítica destaca la necesidad de abordar los incentivos financieros que perpetúan la dependencia de los combustibles fósiles. La presencia de estos ejecutivos en la cumbre muestra que aún queda mucho por hacer para lograr una transición hacia una economía más sostenible.
A pesar de los desafíos, Al Gore destaca algunos desarrollos positivos en la lucha contra el calentamiento global. Un informe publicado por Generation Investment Management, la empresa que preside, muestra que las emisiones globales de las redes eléctricas están cerca de alcanzar su punto máximo y comenzar a disminuir. Esto indica que las inversiones en energías limpias están dando resultados.
Además, los flujos de inversión en energías limpias son ahora un 70% mayores que los flujos hacia los combustibles fósiles. Esto demuestra que cada vez más inversores están reconociendo la importancia de apoyar fuentes de energía más sostenibles.
Sin embargo, Gore enfatiza la necesidad de tomar más medidas. Destaca el proyecto de ley climática de la administración Biden, el Acta de Reducción de la Inflación, y las inversiones significativas en tecnología verde en Europa y China como ejemplos de pasos positivos. Aunque China sigue construyendo plantas de energía a base de carbón, también está invirtiendo considerablemente en energías limpias. India también está avanzando en energías renovables, lo que brinda esperanza a los defensores del clima.
En conclusión, Al Gore revela el oscuro incentivo financiero de la industria petrolera en el uso de combustibles fósiles. Tanto las grandes petroleras como los bancos que las respaldan continúan teniendo incentivos financieros significativos para seguir dependiendo de los combustibles fósiles. A pesar de algunos avances positivos, es necesario tomar más medidas para abordar eficazmente la crisis climática.