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El Gobierno de Brasil ha decidido prorrogar por tres meses su programa de renegociación de deudas de consumo Desenrola, con el objetivo de ampliar su alcance y beneficiar a un mayor número de personas. Hasta ahora, el programa ha atendido a 11 millones de brasileños, pero esto está por debajo de la proyección inicial de alcanzar los 30 millones. La prórroga se aplica únicamente a las negociaciones de deudas dentro de la plataforma creada por el gobierno, que ofrece garantías del Tesoro para las renegociaciones de los consumidores que ganan hasta dos salarios mínimos al mes. Además, el Gobierno ha renunciado a un requisito de certificación en la plataforma para aumentar la participación.
El programa de renegociación de deudas Desenrola fue introducido por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como una promesa de campaña para aliviar la presión financiera sobre las familias afectadas por la pandemia y que enfrentan altos costos de endeudamiento debido al aumento de la inflación. Sin embargo, a pesar de haber atendido a 11 millones de brasileños, el programa está por debajo de la proyección inicial de alcanzar los 30 millones. Con la prórroga del programa, se espera que un mayor número de personas puedan beneficiarse de las renegociaciones de deudas y encontrar alivio económico en medio de la crisis actual. El Gobierno también ha tomado medidas para aumentar la participación, renunciando a un requisito de certificación en la plataforma del programa.
La prórroga del programa de renegociación de deudas en Brasil tendrá un impacto económico significativo, ya que permitirá que un mayor número de personas puedan beneficiarse de las renegociaciones y encontrar alivio financiero. Esto es especialmente importante en un momento en que muchas familias están enfrentando dificultades económicas debido a la pandemia y al aumento de la inflación. Al ampliar el alcance del programa, el Gobierno busca proporcionar apoyo a aquellos que más lo necesitan y ayudar a estabilizar la economía del país. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el programa ha quedado por debajo de la proyección inicial de alcanzar los 30 millones de beneficiarios, lo que indica que aún hay desafíos en la implementación y difusión del programa entre la población. Es crucial que se realicen esfuerzos adicionales para aumentar la participación y garantizar que aquellos que se encuentran en situación de endeudamiento puedan acceder a las renegociaciones y encontrar soluciones financieras adecuadas.