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Con la posibilidad de un cierre del gobierno que se avecina este fin de semana, muchos se preguntan qué impacto podría tener en los programas esenciales para los necesitados. Una de las mayores preocupaciones es el efecto que el cierre tendría sobre el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños (WIC), que proporciona servicios de salud y nutrición a las mujeres embarazadas de bajos ingresos, las que están amamantando y los niños menores de cinco años. Según el USDA, en 2022 el programa atendió a unos 6,3 millones de personas al mes en todo el país, entre ellas cerca del 39% de los lactantes de Estados Unidos. En Wisconsin, más de 130,000 personas utilizaron el programa, según el Departamento de Servicios de Salud del estado. Si el programa WIC no estuviera disponible, habría hambre significativa en nuestra comunidad.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y uno de sus principales asesores, Tom Vilsack, están trabajando arduamente para evitar un cierre del Gobierno federal. Biden ha nombrado a Vilsack para liderar el Gobierno y asegurarse de que los programas esenciales, como el WIC, continúen funcionando sin interrupciones. Vilsack, quien anteriormente se desempeñó como Secretario de Agricultura durante la administración de Obama, tiene una amplia experiencia en la gestión de programas de nutrición y está comprometido a garantizar que las personas más vulnerables no se vean afectadas por un cierre del Gobierno.
El presidente Biden y Vilsack han advertido que un cierre del Gobierno federal podría provocar dificultades generalizadas, incluida la pérdida de las prestaciones alimentarias para casi 7 millones de mujeres y niños con bajos ingresos. Estas prestaciones son vitales para garantizar que las personas tengan acceso a una alimentación adecuada y nutritiva. Sin embargo, si el Congreso no llega a un acuerdo sobre el presupuesto, es posible que estos programas se vean afectados y que millones de personas se queden sin la ayuda que necesitan para alimentarse adecuadamente.
La Asociación Nacional de WIC ha instado encarecidamente al Congreso a llegar a un acuerdo que evite un cierre y proporcione la financiación necesaria para apoyar a las personas y familias que cumplen los requisitos del programa. Sin una inversión urgente de fondos adicionales, las oficinas estatales de WIC podrían verse obligadas a considerar listas de espera para los posibles participantes, algo que no se ha visto en casi 30 años. Es crucial que el Congreso cumpla con su responsabilidad y proporcione los fondos necesarios para garantizar que nadie sea excluido de WIC en el corto plazo y para apoyar la misión crítica del programa en el futuro.
Como líder del Gobierno, Tom Vilsack desempeñará un papel fundamental en la gestión de los programas esenciales durante este período de incertidumbre. Su experiencia en la administración de programas de nutrición y su compromiso con el bienestar de las personas más vulnerables lo convierten en la persona adecuada para liderar en este momento crítico. Vilsack trabajará en estrecha colaboración con el Congreso y otros funcionarios para garantizar que los programas esenciales, como el WIC, continúen brindando apoyo a quienes más lo necesitan.
A medida que nos acercamos al posible cierre del Gobierno, existe una gran incertidumbre sobre el futuro de los programas esenciales. Si el Congreso no llega a un acuerdo, millones de personas podrían perder acceso a la nutrición y el apoyo a la salud que necesitan para prosperar. Es fundamental que los legisladores actúen de manera responsable y encuentren una solución que evite interrupciones en los programas esenciales y garantice que las personas más vulnerables no se vean afectadas.
En resumen, el cierre del Gobierno de los Estados Unidos podría tener un impacto significativo en los programas esenciales, como el WIC, que brindan apoyo a las mujeres embarazadas, los lactantes y los niños pequeños. El presidente Biden y Tom Vilsack están trabajando para evitar el cierre y garantizar que estos programas continúen funcionando sin interrupciones. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de los programas es alta y es crucial que el Congreso llegue a un acuerdo para evitar dificultades generalizadas y garantizar que las personas más vulnerables reciban la ayuda que necesitan.