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Desde que ingresó en la Academia Militar de Zaragoza el pasado 17 de agosto, la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón y Ortiz, ha demostrado una dedicación y un compromiso impecables. Aunque su entrada en la academia fue similar a la de sus compañeros de primer año, Leonor tuvo el honor de firmar en el libro de la institución, marcando así el inicio de su carrera militar. Después de un período de adaptación a la vida militar, Leonor y sus compañeros cadetes se sumergieron en la formación intensiva. Aprendieron diversas maniobras, como el manejo de armas, la práctica de tiro, reptar bajo el barro y con una alambrada de espino sobre su cabeza, y ser arrojados a la piscina con uniforme completo, mochila y equipo reglamentario.
La Princesa de Asturias demostró su compromiso y su destreza al superar el riguroso adiestramiento. Su esfuerzo se vio recompensado con la concesión de una boina roja, símbolo de su condición de combatiente del Ejército de Tierra. Leonor también recibió el sable de un alumno de segundo curso, reflejando la tutela que los veteranos ejercen sobre los novatos. Su compromiso con la formación militar se vio reforzado en la ceremonia de jura de bandera en la Academia de Zaragoza, presidida por sus padres. Vestida con el uniforme de gala, Leonor fue la primera de su promoción en jurar lealtad a la bandera, un momento que fue aplaudido por su impecable actuación.
La princesa Leonor ha demostrado ser una figura de renovación para la monarquía española. En el Día de la Hispanidad, sorprendió al acudir al besamanos con el uniforme de la academia, priorizando su papel como dama cadete en formación sobre su título de princesa. Esta decisión ha sido interpretada como una forma de dar prioridad a su papel militar frente al institucional. Además de sus responsabilidades militares, Leonor también ha participado en diversas actividades relacionadas con los Premios Princesa de Asturias. Durante estos eventos, expresó su satisfacción con su experiencia en la Academia de Zaragoza y su comprensión de las responsabilidades que conlleva su posición. En resumen, la princesa Leonor ha demostrado un compromiso y una dedicación impecables en su formación militar, a la vez que ha equilibrado sus responsabilidades institucionales. Su trayectoria en la Academia Militar de Zaragoza destaca como un ejemplo de su compromiso con su futuro papel como reina de España.