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Descubre los increíbles fenómenos en las nubes del Golfo de México
- La NASA reveló la imagen de agujeros en las nubes del Golfo de México
- Algunos creen que son marcas de platillos voladores
- En realidad, se trata de nubes perforadas o nubes cavum
- Estas nubes se forman por cristales de hielo en las gotas de agua
Formación de los agujeros en las nubes
Los agujeros en las nubes del Golfo de México se forman a través de un proceso de sobreenfriamiento de las gotas de agua, que se enfrían por debajo de los 0°C sin la ayuda de partículas en el aire. Este fenómeno se produce en nubes altocúmulos y puede ser influenciado por la presencia de aviones que atraviesan las nubes, generando cristales de hielo que eventualmente caen del cielo, dejando un vacío en la capa de nubes.
Impacto visual y especulaciones
El impacto visual de los agujeros en las nubes es sorprendente tanto desde abajo como desde arriba, como lo demuestran las imágenes capturadas por satélites. Aunque algunos creen que son marcas de platillos voladores, la explicación científica detrás de este fenómeno es el sobreenfriamiento de las gotas de agua en las nubes altocúmulos, que generan cristales de hielo y eventualmente forman los agujeros en las nubes.
Nubes cavum en el Golfo de México
El Golfo de México es propicio para la formación de nubes cavum debido a la gran cantidad de vuelos que pasan por la zona, especialmente en los alrededores del Aeropuerto Internacional de Miami. Estas nubes extrañas han sido objeto de especulación y han generado interés entre los observadores del clima y la meteorología, debido a su formación y apariencia inusual en el cielo.
Explicación científica y curiosidades
La formación de los agujeros en las nubes del Golfo de México se explica a través de un proceso natural de sobreenfriamiento de las gotas de agua en las nubes altocúmulos, que generan cristales de hielo y eventualmente caen del cielo, dejando un vacío en la capa de nubes. Este fenómeno, aunque pueda parecer exótico, es resultado de condiciones específicas de temperatura y presión en la atmósfera que favorecen la formación de cristales de hielo en las nubes.
