Physical Address
304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124
Physical Address
304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124
La región del Cáucaso Sur, específicamente Nagorno Karabaj, ha sido escenario de conflictos étnicos y territoriales a lo largo de la historia. Armenia y Azerbaiyán comparten una larga historia de disputas por el control de este territorio montañoso. Aunque en noviembre de 2020 se firmó un acuerdo de paz mediado por Rusia, la tensión entre ambos países continúa y la posibilidad de un nuevo conflicto en la región es preocupante.
Históricamente, Nagorno Karabaj ha sido disputado por diferentes imperios, como el persa, otomano y ruso. Tras la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, Armenia y Azerbaiyán se declararon independientes y se enfrentaron por el control de esta región habitada mayoritariamente por armenios pero reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán. La intervención soviética en 1920 anexionó ambos países a la Unión Soviética, otorgando a Nagorno Karabaj el estatus de región autónoma dentro de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
El conflicto en Nagorno Karabaj resurgió en la década de 1980 con la perestroika de Mijail Gorbachov. Los armenios del Karabaj reclamaron su integración en Armenia, lo que aumentó la tensión étnica en la región. En 1988, hubo pogromos contra la comunidad armenia en Sumgait y Bakú, lo que llevó a una guerra abierta. En 1991, Armenia y Azerbaiyán declararon su independencia, y los armenios del Karabaj proclamaron la República de Artsaj, no reconocida internacionalmente.
La guerra del Karabaj duró hasta 1994 y dejó un saldo de 30,000 muertos y un millón de personas desplazadas. Armenia ganó el conflicto y controló aproximadamente el 20% del territorio de Azerbaiyán, incluido el enclave del Alto Karabaj. Sin embargo, el armisticio fue frágil y nunca se resolvieron las causas profundas del conflicto.
En septiembre de 2020, Azerbaiyán reactivó el conflicto y en seis semanas logró una victoria aplastante. Bakú reconquistó todos los territorios que rodean el Alto Karabaj, incluyendo la ciudad de Shusha. El armisticio fue negociado por Rusia, que envió tropas de paz a la región y se convirtió en el garante de las condiciones del acuerdo.
Desde entonces, la tensión entre Armenia y Azerbaiyán ha persistido. Azerbaiyán ha bloqueado el Alto Karabaj, dejando a los armenios sitiados y generando una grave crisis humanitaria. Además, los combates esporádicos y las amenazas de relanzar el conflicto han aumentado la inestabilidad en la región.
La escalada de tensiones en Nagorno Karabaj plantea una amenaza para la paz y la seguridad regional e internacional. El conflicto puede reactivarse en cualquier momento si no se respetan los términos del acuerdo o si se producen provocaciones entre las partes. Además, un resurgimiento del conflicto tendría consecuencias más allá de Armenia y Azerbaiyán y podría afectar las relaciones geopolíticas y estratégicas en el Cáucaso.
La estabilidad y la paz en la región del Cáucaso siguen siendo una prioridad para la comunidad internacional. Es necesario impulsar un proceso de diálogo y negociación que aborde las causas profundas del conflicto y busque una solución basada en el derecho internacional y el respeto a los derechos humanos. Asimismo, es fundamental el papel de Rusia, Turquía, Irán y las potencias occidentales en la búsqueda de una solución pacífica y duradera en Nagorno Karabaj.