Estrenos de Cine: Cuestión de sangre

Sería una película bastante más redonda y menos tibia si en el montaje final se hubiese prescindido de ciertas escenas que no aportan nada relevante por reincidentes. A pesar de sus injustificados 140 minutos, logra mantener el interés gracias al carisma y buen hacer de Matt Damon, que borda un rol de estimable recorrido, muy distinto a sus registros habituales. Por otra parte, la vertiente de thriller sirve básicamente de soporte a las lecturas que pretende ofrecer sobre la naturaleza humana y los límites del amor paternofilial.

Bill Baker ha trabajado mucho tiempo en diferentes plataformas petrolíferas. Dado que ahora no tiene un empleo fijo, decide viajar desde Oklahoma hasta Marsella, donde su hija adolescente cumple condena por asesinato. Aunque ya le quedan pocos años de estancia en prisión, Allison le facilita a su padre la pista de la prueba que podría exculparla. Cuando la abogada rehúsa a tirar del hilo, opta por investigar él mismo. Sin apenas nociones de francés, la inesperada ayuda de una joven con quien traba amistad se convertirá en su único apoyo.

Lejos de lo que pueda pensarse, el protagonista no ejerce del típico justiciero, al estilo de Charles Bronson o Liam Neeson, y ello aun cumpliendo con varios requisitos: un tipo rudo, musculoso y con pasado oscuro. Sin embargo, al guion le interesa fundamentalmente adentrarse en el ámbito personal y trazar su metamorfosis interior a partir de su delicada situación familiar y del choque de culturas al que se enfrenta. De esa parcela intimista cabe convenir que sale airoso, en mayor medida si se obvian algunas circunstancias intrascendentes en las cuales se recrea.

En cuanto a la trama criminal, no faltan las secuencias violentas, nunca excesivas, que se convierten en penitencia obligada del camino hacia la redención emprendido por esta especie de vaquero en tierra extraña. A ello se suma un giro imprevisible que invita a varias consideraciones éticas y seguro que no todas coinciden con la que corresponde al desenlace escogido.

Respecto al resto del elenco, Camille Cottin (La biblioteca de los libros rechazados) asume un papel amable de actriz bohemia, adecuadamente perfilado para enfatizar el contraste con su invitado americano; pero todavía se compenetra mejor con él la pequeña Lilou Siauvaud, generando una tierna y simpática complicidad.

En general, el largometraje que firma Tom McCarthy (Spotlight) peca de ambicioso y acaba dispersándose en diversos momentos; no obstante, se deja ver.

Ver trailer de la película “Cuestión de sangre”