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Más de 10.000 trabajadores de tres plantas de montaje de General Motors, Ford y Stellantis han iniciado una huelga histórica en la industria automotriz de Estados Unidos. Es la primera vez en la historia del país que se realiza una huelga simultánea contra estas tres grandes compañías. El sindicato United Auto Workers (UAW) ha convocado esta huelga en busca de mejores condiciones laborales y salariales para los trabajadores.
El sindicato United Auto Workers (UAW) ha exigido que los salarios de los trabajadores se ajusten a la inflación y que se garantice la seguridad laboral en las plantas de General Motors, Ford y Stellantis. Los trabajadores reclaman un aumento salarial de dos dígitos en los próximos años, así como la protección de sus empleos en un contexto en el que las empresas automotrices han obtenido grandes beneficios.
El sindicato UAW ha implementado una estrategia de huelga selectiva, convocando paros en algunas plantas de los tres fabricantes de automóviles. Esta estrategia busca poner presión sobre las empresas y lograr un contrato justo para los trabajadores. A medida que avancen las negociaciones, se espera que el número de plantas en huelga aumente.
La huelga de los trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis tendrá un impacto significativo en la industria automotriz y en la economía de Estados Unidos. En 2019, la huelga de los trabajadores de General Motors duró 40 días y le costó a la empresa alrededor de 3.800 millones de dólares. Se estima que una huelga de diez días de los trabajadores de los tres fabricantes de automóviles tendría un costo de 5.000 millones de dólares.
Los trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis han presentado una serie de demandas, incluyendo un aumento salarial del 46% en cuatro años, una semana laboral de 32 horas con 40 horas de salario, la restitución de las pensiones tradicionales y compensaciones por la inflación. Las negociaciones entre el sindicato UAW y las tres compañías automotrices están en curso, pero hasta el momento no se ha llegado a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
Además de las demandas salariales y laborales, el sindicato UAW también está preocupado por el futuro de la industria automotriz en relación con la transición hacia los vehículos eléctricos. Se espera que esta transición genere menos empleos en comparación con la producción de vehículos de gasolina, ya que los vehículos eléctricos requieren menos horas de trabajo y tienen menos piezas móviles. El sindicato teme que los planes de los fabricantes de automóviles para invertir en la producción de vehículos eléctricos resulten en la pérdida de puestos de trabajo en el futuro.
La huelga histórica de los trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis en la industria automotriz de Estados Unidos ha paralizado la producción en las plantas de montaje de estas tres grandes compañías. El sindicato United Auto Workers (UAW) ha convocado esta huelga en busca de mejores condiciones laborales y salariales para los trabajadores. Las negociaciones entre el sindicato y las empresas automotrices están en curso, pero hasta el momento no se ha llegado a un acuerdo satisfactorio. El impacto económico de la huelga será significativo, con estimaciones de costos de miles de millones de dólares. Además, el sindicato también está preocupado por el futuro de la industria automotriz en relación con la transición hacia los vehículos eléctricos y el posible impacto en los empleos.