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El documental en el que el periodista Jordi Évole entrevista al ex dirigente de ETA Josu Urrutikoetxea ha generado una gran polémica incluso antes de su emisión. Numerosos intelectuales, políticos, ex políticos y víctimas del terrorismo han suscrito un manifiesto en el que solicitan a la dirección del Festival de Cine de San Sebastián que excluya esta proyección de su agenda. Consideran que el documental “blanquea el terrorismo y banaliza crímenes gravísimos” por los que Urrutikoetxea aún prófugo de la justicia, afronta una petición fiscal de 2.354 años de cárcel.
La polémica se centra en si es oportuno ofrecer una tribuna al ex dirigente de ETA en un festival de cine de renombre internacional. Algunos argumentan que el festival debería evitar dar visibilidad a un terrorista, mientras que otros defienden el valor documental de la entrevista y la importancia de abordar el tema del terrorismo desde diferentes perspectivas.
El director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, ha defendido la proyección del documental, argumentando que el festival no debe ejercer de censor y que es importante abordar temas controvertidos desde la cultura. Rebordinos ha señalado que el festival ha proyectado en el pasado películas y documentales relacionados con el terrorismo y la violencia en Euskadi, y que es necesario analizar, escuchar y aprender para evitar que se repitan situaciones violentas en el futuro.
Algunas víctimas del terrorismo han expresado su malestar ante la proyección del documental, argumentando que supone una afrenta y que no están seguras del resultado de una entrevista realizada por Évole. Sin embargo, otros consideran que es importante escuchar todas las voces y tener acceso a diferentes puntos de vista para comprender mejor el conflicto vasco.
El Festival de Cine de San Sebastián ha sido históricamente un espacio en el que se han proyectado películas y documentales relacionados con el terrorismo y la violencia en Euskadi. A lo largo de los años, ha sido testigo de controversias y debates en torno a la oportunidad de proyectar este tipo de obras. El festival se ha posicionado a favor de la libertad de expresión y ha defendido su papel como plataforma para abordar temas difíciles y controvertidos.
El estreno del documental ha generado una gran expectación y ha despertado el interés de la opinión pública. Se espera que la proyección del documental genere debates y reflexiones sobre el pasado reciente de Euskadi y el papel del cine en la construcción de la memoria histórica. El festival se convierte así en un espacio de encuentro y diálogo en torno a un tema tan sensible como el terrorismo y la violencia política.