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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los próximos 20 años se espera un aumento del 47% en los casos de cáncer a nivel mundial. Esto significa que pasaremos de 19 millones de casos en 2020 a 30 millones en 2040. Esta situación representa una verdadera preocupación para la salud pública y los sistemas sanitarios de todo el mundo.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ha advertido que este aumento exponencial de casos de cáncer se debe, en gran medida, a factores de riesgo evitables como el tabaquismo, el consumo de alcohol y una dieta poco saludable. Estos factores están relacionados con casi la mitad de los casos de cáncer actuales y podrían prevenirse adoptando hábitos de vida más saludables.
La epidemiología es una disciplina fundamental en la prevención de enfermedades. Permite estudiar la distribución y los factores de riesgo de las enfermedades en las poblaciones, lo que ayuda a desarrollar estrategias de prevención y control más efectivas.
La directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, ha destacado que “no todo está en los genes” cuando se trata del cáncer. Muchos tipos de cáncer podrían evitarse siguiendo pautas sencillas como no fumar, limitar el consumo de alcohol, mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente. Además, es fundamental seguir las recomendaciones de la OMS para evitar el sedentarismo y dedicar al menos 150 minutos semanales a la actividad física moderada.
La investigación es clave en la lucha contra las enfermedades, incluido el cáncer. La directora de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la OMS, Elisabete Weiderpass, ha subrayado la importancia de investigar sobre factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la obesidad y la exposición a sustancias carcinógenas.
Además, Weiderpass ha destacado la necesidad de investigar otros factores de riesgo menos conocidos, como el benzeno, las carnes procesadas, la contaminación ambiental y la exposición a sustancias como el amianto, el plomo y el aspartamo. Estudiar, vigilar y prevenir estos factores es la mejor manera y la más rentable de evitar el cáncer y otras enfermedades.
Para Marina Pollán, seguir hábitos de vida saludable es fundamental para prevenir enfermedades como el cáncer. No fumar, limitar el consumo de alcohol, mantener una dieta equilibrada basada en alimentos integrales, frutas, verduras y aceite de oliva, así como hacer ejercicio regularmente son acciones clave para reducir el riesgo de enfermedades.
Además, Pollán destaca la importancia de seguir las recomendaciones de la OMS para evitar el sedentarismo y dedicar al menos 150 minutos semanales a la actividad física moderada. Lamentablemente, en España, el sedentarismo es un problema importante, ya que el 40% de los hombres y el 30% de las mujeres no realizan ninguna actividad física en su tiempo libre.
Ante el aumento alarmante de los casos de cáncer y otras enfermedades, la OMS hace un llamado a la acción. Es fundamental que los gobiernos, las instituciones de salud y la sociedad en su conjunto trabajen juntos para desarrollar estrategias de prevención y control más efectivas.
Esto incluye promover políticas de salud pública que fomenten hábitos de vida saludable, como campañas antitabaco, restricciones en el consumo de alcohol y promoción de una alimentación equilibrada y la actividad física regular. Además, es necesario invertir en investigación y promover la educación en salud para concienciar a la población sobre la importancia de la prevención y los factores de riesgo evitables.