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La NASA ha revelado recientemente nuevos datos sobre el asteroide Bennu, un objeto que se encuentra en las proximidades de la Tierra y que ha sido objeto de estudio e investigación por parte de la agencia espacial estadounidense. Estos nuevos hallazgos proporcionan información valiosa sobre las características y el comportamiento de este asteroide, así como su potencial impacto en nuestro planeta.
Bennu es un asteroide de aproximadamente 500 metros de diámetro que ha sido clasificado como “potencialmente peligroso” debido a su cercanía con la Tierra. La NASA ha estado monitoreando cuidadosamente este objeto espacial desde que la sonda espacial OSIRIS-REx se acercó a él en diciembre de 2018. Los datos recopilados hasta ahora han revelado que Bennu está compuesto principalmente por regolito, una mezcla de rocas y polvo, y que su trayectoria lo acerca a nuestro planeta cada seis años.
Según los cálculos realizados por el Centro de Estudios de Objetos Cercanos de la Tierra de la NASA, existe una fecha con mayor probabilidad de que Bennu colisione con la Tierra, el 24 de septiembre de 2182. Aunque las posibilidades de impacto son bajas, se estima que en caso de colisión, el asteroide liberaría una cantidad de energía equivalente a la producida por 22 bombas atómicas. Ante esta posibilidad, la NASA ha estado trabajando en tecnologías y estrategias para desviar o destruir asteroides que representen una amenaza para nuestro planeta.
A pesar de las bajas probabilidades de impacto, el estudio de Bennu es de gran importancia científica. Este asteroide puede proporcionar valiosas pistas sobre la formación y evolución del Sistema Solar, ya que se considera un remanente de esa época. La sonda OSIRIS-REx ha sido enviada con el objetivo de recolectar muestras de Bennu y traerlas de vuelta a la Tierra para su análisis. Estas muestras podrían revelar información clave sobre la composición y la historia temprana de nuestro sistema planetario.
El próximo hito en la misión de la NASA será la llegada de las muestras recolectadas por la sonda OSIRIS-REx. Está previsto que la cápsula de muestra aterrice en la Tierra en la madrugada del domingo 24 de septiembre. A bordo de la cápsula se encuentran aproximadamente 250 gramos de material rocoso recogido de la superficie de Bennu en 2020, lo que representa la primera muestra de un asteroide de la NASA y la más grande jamás recolectada en el espacio. Estas muestras serán cuidadosamente analizadas por científicos de todo el mundo, lo que permitirá profundizar en nuestro conocimiento sobre los asteroides y el origen del Sistema Solar.