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Investigadores chinos han logrado un avance revolucionario en la producción de seda al modificar genéticamente gusanos de seda para que produzcan seda de araña. Esta nueva fibra combina las propiedades mecánicas de materiales sintéticos como el nailon y el kevlar, siendo seis veces más resistente que este último. El estudio, publicado en la revista científica Matter, plantea la posibilidad de utilizar esta seda de araña como una alternativa más ecológica a los materiales sintéticos que causan problemas ambientales al final de su vida útil.
La producción de seda es un proceso milenario en el que los gusanos de seda domésticos (Bombyx mori) son criados en cautividad para aprovechar su capacidad de producir seda. Sin embargo, la seda de estos gusanos tiene limitaciones en cuanto a sus propiedades mecánicas, lo que ha restringido su uso a la industria textil y algunas aplicaciones médicas. Los investigadores chinos se propusieron superar estas limitaciones y buscaron inspiración en las arañas, que producen una fibra de origen animal extremadamente resistente.
Para lograr que los gusanos de seda produjeran seda de araña, los científicos chinos utilizaron la técnica de edición genética CRISPR-Cas9. Introdujeron genes de la proteína de la seda de araña en el ADN de los gusanos, utilizando microinyecciones en los huevos fertilizados. Además, realizaron modificaciones en las proteínas transgénicas de la seda de araña para que interactuaran adecuadamente con las proteínas de las glándulas del gusano de seda, asegurando así la correcta producción de la fibra.
El resultado de este experimento fue impresionante. El hilo de seda producido por los gusanos mutantes mostró una resistencia en tracción de 1.3 GPa y una tenacidad de 300 MJ/m³, seis veces mayor que la del kevlar. Estas propiedades hacen que esta seda de araña sea altamente resistente y dura, lo que la convierte en un material ideal para aplicaciones como chalecos antibalas, suturas quirúrgicas, materiales inteligentes y tecnología aeroespacial.
Los investigadores chinos consideran que este avance allana el camino para la producción a gran escala de seda de araña. Además, planean utilizar los conocimientos adquiridos en este estudio para desarrollar gusanos de seda genéticamente modificados que produzcan seda de araña a partir de aminoácidos tanto naturales como modificados genéticamente. Esto abriría aún más posibilidades para mejorar las propiedades de la seda y ampliar su uso en diferentes industrias.
En resumen, el descubrimiento de que los gusanos de seda pueden producir seda de araña ultrarresistente gracias a la edición genética es un avance prometedor en el campo de los materiales. Esta nueva fibra ofrece propiedades mecánicas excepcionales y podría convertirse en una alternativa más sostenible a los materiales sintéticos. Aunque aún queda trabajo por hacer para lograr la producción a gran escala, los científicos chinos están seguros de que están en el camino correcto.