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Tener un pequeño roedor en casa se ha convertido en algo cotidiano.
Cuando hay niños en casa, normalmente a cierta edad empiezan a pedirnos una mascota. Puede que pensemos en traer a casa un pez o una pequeña tortuga de Florida. Aunque también es una buena idea pensar en tener un roedor como animal de compañía. De hecho, además de que hay una gran variedad de tipos, estas mascotas son bastante más activas, sin llegar a tener las necesidades de un perro o un gato.
Los roedores domésticos son bastante frecuentes en casas en las que hay niños. Posiblemente porque no exige demasiados cuidados. Pueden pasarse todo el día en su jaula sin estar demandando atención, al contrario de lo que ocurre con un perro o un gato. Especialmente los primeros, que necesitan salir a la calle y buscan la compañía de sus dueños.
Además, a un roedor se le puede coger en brazos y ofrece un contacto cálido, ya que son animales de sangre caliente. La sensación de cercanía es mayor que la que puede dar un pez. Y su tacto suave los convierte en lo más parecido a un peluche vivo que se puede encontrar. Algo que a los niños les encanta.
Respecto a los perros o los gatos, tener un roedor como animal de compañía también ofrece algunas ventajas. Por ejemplo, se trata de animales de un menor tamaño, que necesitan menos espacio para vivir. Una jaula es más que suficiente para que el animal se sienta en casa. Un gato no se siente a gusto si no puede moverse de un lado a otro, y un perro es igual. Un máster o una chinchilla no estarán todo el rato dando golpes a los barrotes porque tienen ganas de salir.
Además, contrario a lo que se piensa, los roedores no desprenden olor si se limpia su jaula y se mantiene en buenas condiciones. De hecho, lo normal es verlos limpiándose el pelaje durante todo el día. Y hacen sus necesidades siempre en la misma zona de la jaula, por lo que es mucho más sencillo retirar los restos a diario.
Dar de comer a un roedor es relativamente fácil y barato. De hecho, la dieta que siguen es bastante sencilla y al tener un tamaño pequeño las raciones no tienen que ser muy grandes. En definitiva, resulta bastante más económico que con otros animales. Y no solo a la hora de alimentarlos, sino también de mantenerlos.
Aunque la esperanza media de vida es relativamente corta, normalmente un roedor no se ve afectado por enfermedades, así que lo más habitual es que llegue a viejo con una salud relativamente buena. Dependiendo del tipo de roedor, pueden vivir entre los 2 y los 10 años, aunque siempre hay excepciones que pueden durar algo más.
Un roedor es feliz tanto si le dejas tranquilamente en su jaula como si lo sacas para que se dé una vuelta. Prácticamente no se nota que esté, e incluso puedes dejarlo en casa y salir de viaje sin problema, siempre que cuente con suficiente agua y comida para unos días.
Si quieres disfrutar de una mascota graciosa, que no requiere demasiados cuidados y que sea fácil de alimentar un roedor es la solución perfecta. Además, no hace falta que pongas a los niños como excusa, porque los adultos también podemos disfrutar de la compañía de estos pequeños animales igual que los pequeños de la casa.
¿Tienes ya algún roedor como mascota? ¿Lo has tenido? ¿Cuál es tu favorito?