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La Policía Nacional ha detenido en la localidad malagueña de Vélez-Málaga a un sacerdote de 34 años acusado de agredir sexualmente a al menos cuatro mujeres a las que sedaba y grababa. El detenido, que fue ordenado sacerdote en 2017, ejerció como párroco en una iglesia de Melilla y a comienzos de año fue destinado a la Diócesis de Málaga. Actualmente se encuentra en prisión provisional acusado de cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad.
La investigación se inició en agosto cuando una mujer, que aseguró ser pareja sentimental del detenido, denunció en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había encontrado en el domicilio que compartían un disco duro con fotografías y vídeos perturbadores. En las imágenes, varias mujeres aparecían semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante, mientras un hombre les realizaba prácticas sexuales. Tras el análisis del material, los investigadores lograron identificar a cinco víctimas que desconocían la existencia de las grabaciones y no eran conscientes de haber sido víctimas de ningún delito sexual.
Según las pesquisas, las agresiones sexuales se llevaron a cabo de forma continuada entre 2017 y 2019, durante viajes de grupos de amigos en los que se encontraba el sacerdote. Este habría suministrado a las víctimas alguna sustancia que anulaba su estado de consciencia para poder llevar a cabo las agresiones sexuales. Las víctimas, todas mayores de edad, pertenecían al círculo de amistades del detenido y no tenían conocimiento de las imágenes ni eran conscientes de haber sido víctimas de algún delito sexual.
La investigación continúa abierta y la Policía no descarta que pueda haber más víctimas en otras ciudades donde el sacerdote ha residido, como Melilla o Córdoba. Los agentes especializados están analizando el material intervenido en su domicilio en Vélez-Málaga con el fin de localizar posibles nuevas víctimas. La Diócesis de Málaga ha condenado las supuestas agresiones sexuales y ha ofrecido su plena colaboración con la justicia para facilitar la investigación.
La Diócesis de Málaga ha lamentado profundamente el daño que esta situación implica y ha expresado su condena más profunda y contundente contra cualquier tipo de vejación o abuso a la mujer. El Obispado está atendiendo a los requerimientos de las autoridades judiciales desde que se conocieron los hechos y continuará ofreciendo su cooperación para cuantas investigaciones sean necesarias.
La Policía continúa investigando el caso y no descarta la aparición de nuevas víctimas en Málaga, Córdoba y Melilla. El sacerdote detenido, que ejercía como colaborador en parroquias de Yunquera y El Burgo, se encuentra en prisión preventiva mientras se lleva a cabo la investigación. Los agentes están analizando el material tecnológico incautado en su domicilio en busca de más pruebas y posibles víctimas. La sociedad espera que se haga justicia y que todas las víctimas reciban el apoyo y la ayuda necesaria para superar esta terrible experiencia.