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El senador estadounidense Bob Menendez se ha declarado este miércoles no culpable de cargos federales de soborno en un tribunal de Manhattan. Menendez, senador demócrata por Nueva Jersey de origen cubano, acordó pagar una fianza de 100.000 dólares y entregar su pasaporte personal, aunque podrá quedarse con el pasaporte oficial por trabajo, único motivo por el que también podrá salir de Estados Unidos. La fiscalía para el Distrito sur de Nueva York acusó el pasado viernes a Menendez y a su esposa Nadine Arslanian de haber aceptado miles de dólares en sobornos a cambio de usar su influencia política para “proteger y enriquecer a empresarios y beneficiar al Gobierno de Egipto”, algo que este negó. Nadine también se declaró hoy no culpable de un cargo de conspiración relacionada con sobornos.
Los sobornos que presuntamente recibió la familia Menendez desde al menos 2018 hasta 2022 fueron dinero en efectivo, lingotes de oro, pagos de una hipoteca, un trabajo en el que se exigía una presencia casi nula para Nadine y un vehículo Mercedes-Benz. También están imputados en el caso los tres empresarios que presuntamente sobornaron a Menendez: Wael Hana, José Uribe y Fred Daibes, vinculados con el Gobierno de Egipto, según las autoridades. En el registro de la residencia de los Menendez, el FBI encontró escondidos unos 500.000 dólares en efectivo.
El senador, que lleva 30 años como legislador y busca la reelección en 2024, ha defendido su inocencia y se ha negado a renunciar a su escaño, pese a que se lo han pedido figuras notables de su partido como el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, o el también senador demócrata por ese estado Cory Booker. Menendez siempre ha sostenido su inocencia y que los obsequios eran fruto de la larga amistad entre ambos. En una extenso comunicado, Menendez afirmó que las acusaciones estaban “motivadas políticamente” y que confiaba en que el asunto se resolvería con éxito una vez que se presenten todos los hechos.
En el verano de 2022, agentes federales ejecutaron órdenes de allanamiento en la casa de Menendez y encontraron pruebas de los acuerdos de soborno, entre ellas más de 480.000 dólares en efectivo, gran parte de los cuales estaban “metidos en sobres y escondidos entre ropa, armarios y una caja fuerte”. También encontraron un vehículo de lujo Mercedes-Benz pagado por Uribe parqueado en el garaje, así como 100.000 dólares en lingotes de oro dentro de la casa. En una rueda de prensa, los fiscales citaron el sitio web de Menendez, en el que detalla los límites de su poder como legislador, entre ellos no intervenir en casos penales.
No es la primera vez que el senador Menendez afronta sospechas de corrupción. Hace seis años, afrontó acusaciones de que había aceptado sobornos en forma de jugosas contribuciones a su campaña y lujosos regalos para presionar a funcionarios del gobierno en beneficio de un oftalmólogo de Florida. Aquellas sospechas concluyeron en un callejón sin salida. Sin embargo, esta nueva imputación representa un duro golpe para el Partido Demócrata a solo catorce meses de las elecciones de noviembre del año próximo. El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, ha pedido la dimisión inmediata de Menendez por la gravedad de los cargos.